La buena climatología que ha acompañado de manera muy positiva al desarrollo del olivo en Grecia en los últimos meses, unido a la recuperación del olivo, tras una caída de la producción en la campaña actual del 22%, hasta quedarse en tan sólo las 215.000 toneladas van a ser determinantes en lo que puede dar de sí la próxima recolección.
Según informa Vasilis Zampounis a Olimerca, el cultivo del olivar en las principales zonas productoras del país apunta a una muy buena floración y desarrollo del fruto incipiente, con temperaturas de momento aceptables y a en la confianza de que las mismas se mantengan para evitar posibles daños al fruto. Así, a algo más de cuatro meses para que se inicie la próxima recolección de la aceituna en octubre, el sector productor de aceite de oliva griego se muestra optimista y confiado en que se podría alcanzar una cosecha récord por encima de las 340.000 toneladas.
En paralelo, la evolución del cultivo en Italia va evolucionando tal y como se esperaba, estando ya en plena floración las principales zonas productoras del centro y sur de Italia, mientras que en el norte comenzó hace 15 días. Las temperaturas están siendo suaves, alrededor de los 30 grados y no se esperan mayores problemas.
En este contexto, las estimaciones de los productores apuntan a que podrán obtener una cosecha similar a la de la campaña actual, 325.000 toneladas, donde la zona de Puglia volverá a ser determinante en el volumen total, al representar un volumen del 60%, respecto al total nacional.